- José, ¡quiero un padre como tú¡
Esa frase la dijo ayer un niño mientras hacía una actividad con ellos. No supe como reaccionar. No entendía muy bien porque un chaval de ocho años lanzaba al aire esas palabras delante de sus compañer@s y su maestra. Mi única reacción fue una sonrisa a la que no se me ocurre poner ningún adjetivo.
Cuando acabé la charla se levantó y sin decir nada simplemente me abrazo:
- ¡Un abrazo José!
Claro que le dí el abrazo. La maestra reaccionó rápidamente y nos separó pidiéndole a él que no fuera pesado. La maestra sabía que el niño no estaba siendo pesado y que no pasa nada por dar un abrazo. Lo que si conoce su maestra es el pasado de ese niño, yo no lo conocía, hasta que él mismo me lo dijo mientras nos preparábamos para hacer una foto de recuerdo de la actividad.
- Mis padres están en la cárcel José. Yo quiero un padre como tú.
Ahí ya si empecé a sentir un ligero temblor en las pupilas que logré controlar. Desde ese momento la mirada azul del niño no se me va de la mente.
Hace poco una amiga me dijo:
- Tienes que ser padre. Me gustaría que pudieras sentir ese tipo de amor.
Ayer, al meterme en la cama, y quedarme acurrucado no podía dejar de pensar en ese niño. Pensar que mientras yo dormía en mi cama él dormía en un cuarto con otros compañeros en un centro de menores. Y por primera vez comencé a pensar que tipo de sentimiento debe sentir un padre o una madre cuando sabe que su hij@ duerme en el cuarto de al lado, o cuando le espera por la mañana porque sabe que les va a despertar, o cuando miran como juegan con sus amig@s. Por primera vez pensé que me apetecía ser padre, y eso nunca lo había sentido.
Un niño, sin querer, ha conseguido despertar en mi un sentimiento diferente.
Al final, el niño, la maestra y yo llegamos a un acuerdo. La maestra me pidió que no vaya a verle porque se puede crear esperanzas y eso sería muy malo para él. Pero la solución la dio el propio niño.
- Haremos una cosa José. Escribiré una carta cuando quiera y la maestra te la llevará.
Sólo espero que este niño algún día escuche esta canción y piense "yo he vencido a los gigantes"