Seguidores

martes, 11 de enero de 2011

Risu

Salió del portal distraída, sintiendo el frío y colocando su bufanda. Caminó por la plaza sin saber por donde iba, confiando en la memoria de sus pasos. El olor a napolitana de chocolate elevó su mirada desde el empedrado al mostrador de dulces de un pequeño horno. La sensación de placer del olor del chocolate se rompió cuando una niña de coletas y uniforme escolar tropezó con sus rodillas.

- ¿Estás bien? -preguntó Risu
- Si, si. -dijo la niña con prisas y manteniendo los ojos cerrados.
- ¿Qué te pasa? ¿Estás sola? -la voz de Risu se perdió en el aire muy lejos de la carrera que la niña había empezado.

Risu siguió su camino buscando una mirada cómplice que le indicara que la niña no iba sola. No encontró ninguna mirada, no encontró ojos. Todas las personas pasaban a su lado con los ojos cerrados. Volvió su cabeza buscando una explicación. Miró a la vendedora de napolitanas, ella también tenía los ojos cerrados, sin embargo, sintió la mirada de Risu y se perdió en la trastienda.
Risu decidió seguir adelante, sorteando la ola de personas con ojos cerrados que se cruzaban a su paso. Convirtió sus pies en alas y comenzó a correr. Al llegar al final de la calle encontró la estatua de una vieja de grandes ojos.

- Risu, no pasa nada, dijo la vieja, no te preocupes. Es sólo que saben que si te miran pierden la partida.
- ¿Qué?
- Tus ojos son la verdad. Las personas no quieren ver la verdad.

6 comentarios:

  1. personas caminando por las calles... ciegas por el rencor, el miedo, haciendose daño a ellas mismas ...¿como podriamos ayudarlas?

    ResponderEliminar
  2. PROMETEO:
    A veces es muy difícil ver la verdad...
    Salu2.

    ResponderEliminar
  3. La verdad es un tesoro!Teneer una mirada transparente vale mucho!

    Unbesi

    ResponderEliminar
  4. una mirada...dice tanto...todo realmente....

    saludos

    ResponderEliminar
  5. Para algunos es más cómodo vivir en la mentira, engañarse, no afrontar las cosas.

    Acabo de descubrirte (estas cosas de ir saltando de blog en blog) y a partir de ahora te visitaré porque me ha gustado este rincón.

    Besos

    ResponderEliminar
  6. ¡Ay que angustia..., visualizar el relato!
    Hay demasiados cobardes por el mundo que no quieren ver la realidad, prefieren vivir protegidos en su mentira permanente.

    Besitos.

    ResponderEliminar