La noche disfrutada guardaba un secreto.
Ellas, dos chicas y un chico, buscaron un lugar apartado, dando privilegio a la voz sobre la música. Sabía bien el ron en aquel local de paredes negras capaces de devolver tu imagen con tan sólo fijar la mirada en su oscuridad. Los flashes insaciables por guardar el momento surgían sin avisar alrededor.
Se sentían bien en aquel local. Las historias contadas llevaron a la risa y la risa dio paso a la complicidad en equilibrio.
El secreto aguardaba tras la sonrisa.
- Deja de consumir gente.
Cuatro palabras dichas con voz y mirada. Palabras que fueron creciendo al instante de nacer, multiplicándose en piedras, pintadas, canciones, en huellas en la acera.
Diecinueve letras y una pequeña muerte
- ¿Dónde va lo que doy de mí? ¿Dónde me quedo?
No sabemos dónde va lo que uno da, es lo bueno y lo malo.
ResponderEliminarSaludos
Dyhego...últimamente a cada comentario tuyo sólo puedo sumar mi firma...
ResponderEliminarY si lo das, ¿que importa? y si importa ¿porqué das?
ResponderEliminarQue importa donde va, lo que importa es que lo distes y a quien
ResponderEliminarPrometeo,
ResponderEliminarAhora puedo intervenir en tu blog, pero durante una semana no me dejaba. Escribí varias entradas con motivo de tu intervención sobre la lectura de "El País".
El problema se me solucionó ? porque ya puedo entrar en otra bitácoras.
No sé si te llegarán mis mensajes como spam. Si así fuera, busco en tu blog, en la pestaña mensajes, busca spam y mira si si correo anda por ahí. En caso de que esté, hay una pestaña que dice "quitar como spam".
Si no se puede, no pasa nada. Por lo menos a mí me gusta darme un paseo por tu bitácora, dejo o no mensajes.
Saludos.