Decidí ir a la playa a las dos de la madrugada. Sólo me separan dos horas y media desde mi casa. Cambié un salón caluroso y banda sonora de chicharras por coche, música y mar. A mi viaje se sumó una invitada inesperada, la luna.
Caminé en la oscuridad del pinar hasta la orilla con la mirada perdida y los pies sangrando. Había caído en el magnestismo de la luna.
Era una luna color sepia, como si alguien hubiera robado el firmamento y hubiera dejado en su lugar una foto antigua de un cielo pretérito.
Todo era imperfecto a mi alrededor, el mar desnudo, la luna desnuda y yo desnudo.
Me bañé en un mar gélido de agosto y mi cuerpo tembló ante su pequeñez frente al mar y aquella luna. Me quedé sentado en la orilla escuchando el mar y mirando la luna. Noté un calor en las palmas de mis manos. Dos conchas afiladas y de curvas espeluznantes habían abierto mi carne. En la arena cayeron gotas de sangre que formaron puntos suspensivos... y después oí el grito de la luna. Entonces la miré fijamente intentando ver su interior.
Cogí la concha de mi mano derecha y cerré un ojo como si fuera a apuntar con un tirachinas. Asustado, me dispuse a rajar la luna por la mitad. Y de una luna partida en dos surgiste tú. Y viniste a caer a mi lado. Tú, de piel blanca y ojos selva.
Me pusiste de pie frente a ti. Abriste el puño de mi mano izquierda, y sin apartar tu mirada de mis pupilas, utilizaste la concha para abrir mi piel.
Ahora, las olas crepitan, la luna busca su otra mitad, y nosotros, recién nacidos, esperamos un sol nuevo para saber si podemos besarnos o solo somos cantos de sirena que han sucumbido ante la costumbre.
simplemente espectacular
ResponderEliminarMuy romantico Prometeo. A sueños como ese me apunto. Un nuevo sol siempre es esperanza renovada.
ResponderEliminarSaludos.
El color sepia del pretérito imperfecto me gussta, pero idear un futuro imperfecto puede gustarme más. Quién sabe de qué color sería la luna..
ResponderEliminarEl último párrafo es probablemente de lo máss bonito que he leído nunca en general y lo es seguramente en el mundo bloguero en particular.
Relato espectacular....Cada dia te superas Prometeo....Quizas me haya gustado tanto porque aparece la luna...las "conchas"....el mar y los puntos suspensivos....jajajaj....
ResponderEliminarVas a tener que empezar a plantearte escribir un libro..Mientras tanto sigue deleitandonos con tu blog....
L.A.C.A.B.
Gracias por el comentario. Vivir en caos es, sino especial, al menos diferente... sólo que a veces trae demasiados calentamientos de cabeza :)
ResponderEliminarTu relato tb me ha gustado... más dulce que salado para ser al lado del mar :)
Un beso Prometeo.
¡¡Que preciosidad!! Te seguí en tu caminar desde tu casa a tu playa y sentí tus sensaciones. Es un sueño compartido, porque escribes letras con imágenes. El Sol lo mismo tarda..., mejor besaros ya...
ResponderEliminarBesitos.
Cada dia me gustan mas tus relatos, no escribo bien el castellano, intento. Pienso en ingles y hago la traducion ... Pero en solitário es genial viajar hasta una playa por la noche, mirando la luna te quedas atrapado por ella en su magia, el ruido de las olas nos llevan a otro planeta. Vivi junto al mar muchos años y echo de menos tumbar me en la arena, dejar fluir la mente, libre de nuestro entorno diario de la ciudad tan aburrida ... Desnuda en la playa un placer que nos regala la libertad total, sigue tus sueños ... Shoot the moon, como la canción de Norah Jones ...
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=TENV8IhpZ2A&feature=related
mitología griega del siglo XXI. precioso relato, prometeo.
ResponderEliminarAnónimo 1...gracias por incluir la palabra simple en tu comentario
ResponderEliminarMaile...bienvenida al sueño, pero es más peligroso de lo que puede parecer
Serpiente...tengo ganas de descubrir de que color será la luna del futuro. Me alegra que a alguien que escribe tu el final le pareciera tan bonito
LACAB...nunca escribiré un libro. Me he dado cuenta que solo sirvo para vivir momentos cortos que alargo en el tiempo. Escribir un libro se llevaría lo mejor de mi
Laura...yo casi que diría que es más amargo que salado
Campoazul...gracias por acompañarme en el caminar. Y si, lo mejor sería besarse y pasar del sol, pero el sol se empeña en salir cada día y mostrar las cosas como "deben ser"
Anónimo 2...gracias por la canción. Y escribes muy bien es español
Raúl...quizá es que nací en la época de Ulises y aún no me he enterado
Según iba leyendo, sin querer, mi cabeza le ha ido poniendo banda sonora a esta historia: una hermosa canción de Víctor Manuel titulada 'La Sirena'. Y como no soy el primero que habla de música en los comentarios a este relato, será que abre los sentidos.
ResponderEliminarDime donde está esa playa, por favor, que quiero ver una sirena...
ResponderEliminarSalu2
Pablo...bienvenido. ¿Por qué un relato lleva a una canción, una canción a un poema, un poema a una película, una película a una escena de bar, una escena de bar a un deseo...y el deseo abre mil caminos a nuestro alrededor.
ResponderEliminarDyhego...lo mejor de los seres lunares es que son caprichosos, como los que aparecen en nuestros cuerpos.
Pi.rometeo,los cantos de sirena en la playa seguramente sean más bonitos pero no tan épicos como salir a cantar vestidos de peces. Sé que no me retas porque sabess que es más que factible, pero recuerda que he cantado vestida de superheroína manga y también con un delantal minifaldero y unos corazones en la cabeza..
ResponderEliminarLove of Lesbian por ahora no han picado mi curiosidad; yo ssoy más de los pitufos makinerossh..