Eran las únicas personas de la fiesta que bebían Coronitas con Tequila, "ya paso de las copas con refresco, o mojitos o coronita con tequila y limón", le había dicho ella. Él no dijo nada, pero pensaba como ella. Le llamó la atención su modo tan claro de hablar, aquella forma apasionada de hablar sobre música, sobre una noche que estuvo empeñada en besar a una chica para saber qué se sentía, sobre un jueves en que iba a celebrar su cumpleaños y la gripe sólo le dejó llevar las botellas que había comprado para que sus amig@s disfrutaran el botellón sin su presencia. A él le fascinó el modo en que aquella mujer ponía pasión en todo lo que hacía, incluso al mover la botella para que el tequila y la cerveza se fusionaran de un modo especial.
Él la escuchaba. Ellos se miraban. Ellos se sonreían. Se buscaban en la muchedumbre de un salón donde se juntaron más de treinta persona. Él miró el reloj de cuco y descubrió que le quedaba muy poco tiempo para disfrutar de aquella chica sorprendente.
La cerveza le enseñó el camino del baño. Ella siguió su camino.
- No te voy hacer nada dijo ella. Sé que no puedes besarme, hoy no.
Mientras ella hablaba él seguía con sus manos bajo el grifo. Mirandola a través del espejo. Ella continuó hablando.
- No quiero tus besos, no quiero tus caricias, no quiero tu sexo. Esta noche no. Pero quiero que me dejes poner mis manos en tu cara, en tu pelo. Quiero que me mires a los ojos.
Ella se situó detrás de él. Sus diez dedos comenzaron a perderse por su pelo, por su sien, por sus párpados, por sus labios. Él vio por unos segundos la imagen de su cara en el espejo y cerró los ojos para seguir sintiendo el placer que había descubierto en su rostro.
- Si te atreves, mañana nos vemos en la playa de Fonte da Teja -susurró ella, para después desaparecer.
Él se atrevió. Ella le llamó.
- ¿Estás en la playa?, preguntó ella.
- Si ¿dónde estás?
- En la ciudad. Gracias por enseñarme como eres. A partir de hoy creeré en los sueños.
- Gracias por regalarme un baño, el vuelo de una cometa y una puesta de sol - le dijo él mientras no pudo evitar sonreir.
una pareja descompensada en cuanto a llevar la iniciativa, pero de prometedor equilibrio. los primeros pasos juntos son ensoñadores, desde luego. larga vida!
ResponderEliminarPor algún motivo que desconozco me he sentido identificada... cerveza, tequila, mojitos, playa... :)
ResponderEliminarQue vivan los soñadores....
Hay momentos que mezclamos fantasia y realidad, nos hace bien soñar. Despertar por la mañana y pensar hoy voy ser el actor/actriz de mi pelicula favorita ... miramos el mundo de una manera diferente. Cambiamos de piel, la rutina de cada dia no tiene sabor, hay que sentir el sueño ... dreams came true if you want to ... Sway with me
ResponderEliminarraúl...larga vida a la vida...
ResponderEliminarCristina...es que la mezcla mojito y playa, si es en la jaima de Caños de Meca ya ni te cuento, es una mistura genial...
Anónimo...sintiendo el sueño voy caminando...
Bebita...es un placer haberte sacado una sonrisa. Qué ganas de reír en tu ciudad¡¡¡