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martes, 1 de junio de 2010

El pantalón.

El lunes me compré un pantalón en cuya etiqueta dice que es de chica, pero a mi me queda bien y tenía muchas ganas de un pantalón así. Por fuera no parece que sea un pantalón de chica, sólo si te fijas en el forro te puedes dar cuenta que tiene florecitas...pero ¿y si se lo comento a la gente que tengo alrededor? Es una tontería, pero veamos la reacción de las personas que están cerca...
MI MADRE DIRÍA: es lo que te hacía falta, desde luego, a mí mejor no me digas nada. Vamos, mira que comprarse un pantalón de mujer. (Si yo no te digo que son de chica, tú no te habrías dado cuenta de nada)

MI PADRE DIRÍA: no diría nada. Simplemente haría una mueca, se echaría hacia atrás en su sillón y seguiría viendo la televisión.

MI HERMANO MAYOR DIRÍA: ¿te quedan bien? (piensa que además de ser algo raro, no me habrá probado el pantalón antes de quedarmelo, que le vamos a hacer)

MI OTRO HERMANO DIRÍA: hombre, la verdad es que si te fijas si que parece de chica...
MI MUJER DIRÍA: compratelo y punto, tu verás si luego te los pones o no.
A mis amigos no se lo diré porque no quiero llevarme alguna sorpresa desagradable, nos conocemos, y un pantalón no puede hacer que me sienta más o menos amigo de ell@.
Pd. Y si en lugar de comprarme un pantalón de chica, me quisiera convertir en chica. ¿Vosotros podéis imaginarlo? Mi madre me diría que no, pero que si lo hago, mejor que no le diga nada.

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