Seguidores

miércoles, 9 de junio de 2010

Lluvia de junio. 1.36 a.m.

La lluvia de junio me sacó de la cama.
En realidad, sentía como si la lluvia quisiera empezar un diálogo conmigo.
Me levanté despacio, sin hacer ruido. Sentí la madera pegajosa en mis pies descalzos y fui hacia el salón. Me situé junto a la ventana y cerre los ojos para sentir la lluvia. Me había equivocado, no quería un diálogo, la lluvia no hablaba, sino que cantaba. Abrí la ventana y saque mi mano para empaparme de gotas de lluvia.
Ojos cerrados, manos empapadas, olor a tierra mojada, gotas de lluvia haciendo música al caer sobre el asfalto. Entonces me sorprendí a mi mismo diciéndome en voz alta:
- No he salido a hablar con la lluvia, ni a escuchar su música, ni a mojarme con sus gotas, ni a oler la tierra mojada. He salido de la cama a buscarte a ti. Y por un segundo te he encontrado y al segundo siguiente has vuelto a desaparecer.
Vuelvo a la cama. Pero ahora vuelvo después de haber vivido un segundo contigo.

1 comentario:

  1. el sol da en mi espalda...parece como si me acariciaras....estas en todas las cosas agradables que siento.....y q s

    ResponderEliminar