¡Qué poder tiene la música!
Desde niño me dejé seducir por ella. Estaba todo el día intentando colarme en la habitación de mi hermano mayor para poner su magnífico tocadiscos. Aquel tocadiscos era su tesoro, no permitía que enredaran con él o con sus discos, pero yo aprendí a ser cuidadoso. Y ahí estaba, con 5, 6, 7 años, escuchando a Roxy Music, Velvet Underground, Serrat, La Orquesta Mondragón, y al tío más triste que he oído en mi vida, Silvio Rodríguez, un ídolo por entonces para mi hermano. Reconozco que sentí ganas de encerrar al unicornio de Silvio Rodríguez para que no volviera a sonar nunca más, pero nunca me atreví no fuera a ser que me clavara el cuerno.
El primer disco que me compré con mis ahorros fue de "La Guardia". Me gustaba el puntito rock que tenía. No dudaba en coger mi raqueta, subirme a la cama y empezar a dar conciertos al ritmo de "Mil calles llevan hacia ti" o "Nacional II".
Desde ese momento he pasado por diferentes fases. Recuerdo que estuve un año entero diciendo a mis amig@s que cuando fuera mayor quería cantar como Rafa de "La Unión". Me fascinaba su "Lobo hombre París" y siempre quise perderme en "Sildavia", nombre que siempre he pensado le sentaría genial a mi hija, si es que alguna vez soy padre de una niña.
Y un buen día de junio llegó la aparición. Me empeñé en que mi otro hermano me llevara a un concierto de un grupo que se llamaba "Héroes del Silencio". ¡Ufff! Aquel día ha marcado parte importante de mi vida, porque desde aquel día les convertí en mi grupo. Me gustaban otros claro (U2, Depeche Mode, Mano Negra, Rem, Radio Futura, El último de la fila, Siniestro Total, etc.) pero Héroes eran Héroes. Así que no podía ser de otra manera, en el momento en que cambié el tocadisco por un reproductor de Cds me compré el primer disco de Héroes. Por entonces, si comprabas el cd te regalaban un par de canciones. Llegué a volver loca a mi madre con "Flor venenosa", "Mar adentro" "No más lágrimas".
Después llego la época del instituto (si lo reconozco me compré el primer cd de OBK, pero es que se ligaba un montón con aquellas baladas) En algún momento decidí que lo que más me gustaría sería ir a ver conciertos. No me gustan los coches, ni las casas en la playa o la montaña, ni las grandes motos, no. Lo que más me gusta es ir de concierto, y si hay que moverse de ciudad mejor.
Mi primer concierto multitudinario fue "Dire Straits", en Cáceres, 1992. Realmente, no son mis favoritos, de hecho ahora hace años que sus cds cogen polvo en un olvidado mueble para cds. Pero a partir de ahí la cosa mejoró: Depeche Mode (dónde estará aquella chica que me besó y me regaló una pulsera) Guns & Roses, Michael Jackson, Pink Floyd, U2 (que dos noches en el Calderón) Héroes del Silencio (Sevilla, que día tan genial e inesperado, de esos que te cambian la vida), Sabina en las ventas, y el último Muse (que forma de gritar palabras).
Luego me entró la vena festivalera (Contempopranea, Sonorama, Zambujeira do Mar...) en la que sigo teniendo una deuda pendiente con Benicassim, aunque creo que no la cobraré nunca porque su cartel cada vez me llama menos.
También me puse fino durante una época, en la que la economía no era problema, y viajaba a ver a grupos que me gusta por teatros, sobre todo a Madrid. (Nacho Vegas en la Joy Eslava no se me olvidará en la vida, porque llorar en los conciertos está de puta madre)
Pero, ahora que llevo un rato escribiendo, me doy cuenta que todo viene por una canción que me regalaron hoy. Es un día caluroso, lleno de nervios, porque estoy a las puertas de una oposición que puede cambiar mi vida o me puede poner a los pies de los caballos, un día aburrido donde los folios, las obras de arte, los comentarios de geografía me miran y se ríen de mí, y sin embargo, escucho la canción que me regalaron y se me olvida todo, se van los nervios, siento que puedo aprobar y me siento afortunado por seguir sintiendo la música.
Y lo mejor, la canción apareció de un modo inesperado, quizá por eso consiguió descolocarme de una forma aún más profunda, porqué como cuando entraba en la habitación de mi hermano a escondidas, sigo manteniendo la capacidad de ser sorprendido por algo tan pequeño como una canción, y eso me hace sentirme muy bien hoy.
Si hablas de la historia, del arte o de la geografía con la misma intensidad que escribes aquí, tengo mucha confianza en que la oposición te sonría. ¡Mucha suerte el viernes!
ResponderEliminarSaludoss, silbidoss, ánimoss y assentimientoss..
Vas a tener mucha suerte....sea lo que sea.....lo vas a disfrutar, como haces con todo...y q s
ResponderEliminarMe he quedado con la duda de la canción-regalo...
ResponderEliminarVas a tener BUENA suerte en la oposición, estoy segura...:)
¡Un beso!
Gracias por vuestros deseos...¡besos! Ya os contaré
ResponderEliminarSsi estás leyedo esto ess que ya pasó lo peor..
ResponderEliminarEspero que haya ido todo muy bien.
Saludoss y silbidoss..
Te quiero feliz....te quiero sin pensar...te quiero disfrutando...te echo de menos..y q s
ResponderEliminarEchar de menos algo es una manera de tener buenos recuerdos....y q s
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