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sábado, 29 de enero de 2011

lori meyers mi realidad

Me está quedando un blog muy poco musical y eso no va nada conmigo. No entiendo la vida sin música, o era al contrario ¿no entiendo la música sin la vida? No sé. Da igual. A partir de ahora se mezclaran palabras con canciones. Por supuesto, se aceptan propuestas. Lo mejor de escribir un blog es descubrir lo que otras personas te pueden enseñar. Para empezar una de Lori Meyers que llevo un par de meses gritando en el coche para entrar en las aulas con toda la energía del mundo.



martes, 25 de enero de 2011

mañana de domingo

Sintió el frío de la mañana a través de las yemas de sus dedos en su cabello enredado. Abandonó las caricias y salió del calor de las sabanas para probar el frío polar en sus pies descalzos. Cruzó la casa sin abrir ni cerrar ninguna puerta.

Ella dibujaba en el aire una sonrisa soñada. Su sonrisa era el precipicio, el inicio del vértigo.

El doblar de unas campanas antiguas intentaron sacarle de su sueño para devolverlo a la realidad. Acabó el sonido metálico y ella seguía allí. Su sonrisa seguía allí.

La planta de sus pies iniciaron un escalofrío que llegó hasta la nuca. ¿Por qué empezar el día? Volvió despacio a la cama, echó hacia atrás las mantas, volvió a la posición de recién nacido, cogió su mano, besó su espalda, sintió su perfume.

-Somos muy afortunados - susurró ella.

jueves, 20 de enero de 2011

en el camino

Nací a los treinta y cinco años. Descendí desde la humedad de las nubes a un cruce de caminos. Caí junto a un tronco muerto del que salía una rama verde que firmaba el cielo. Tras varios días recogido en mis pensamientos, liberé mi cabeza de mis rodillas. Descubrí un infinito de direcciones: nombres de mujer, lugares, canciones, versos, sueños. Todas sin distancia a recorrer. No fui capaz de decidir mi camino. Decidí crear un juego. Giraría. Giraría con los ojos cerrados hasta caer, una vez en el suelo abriría los ojos, seguiría el camino que eligiera mi mirada, sin pensar, sin arrepentimientos. Giré, giré, giré, caí, sentí el golpe en la sien. No pude abrir los ojos.

martes, 11 de enero de 2011

Risu

Salió del portal distraída, sintiendo el frío y colocando su bufanda. Caminó por la plaza sin saber por donde iba, confiando en la memoria de sus pasos. El olor a napolitana de chocolate elevó su mirada desde el empedrado al mostrador de dulces de un pequeño horno. La sensación de placer del olor del chocolate se rompió cuando una niña de coletas y uniforme escolar tropezó con sus rodillas.

- ¿Estás bien? -preguntó Risu
- Si, si. -dijo la niña con prisas y manteniendo los ojos cerrados.
- ¿Qué te pasa? ¿Estás sola? -la voz de Risu se perdió en el aire muy lejos de la carrera que la niña había empezado.

Risu siguió su camino buscando una mirada cómplice que le indicara que la niña no iba sola. No encontró ninguna mirada, no encontró ojos. Todas las personas pasaban a su lado con los ojos cerrados. Volvió su cabeza buscando una explicación. Miró a la vendedora de napolitanas, ella también tenía los ojos cerrados, sin embargo, sintió la mirada de Risu y se perdió en la trastienda.
Risu decidió seguir adelante, sorteando la ola de personas con ojos cerrados que se cruzaban a su paso. Convirtió sus pies en alas y comenzó a correr. Al llegar al final de la calle encontró la estatua de una vieja de grandes ojos.

- Risu, no pasa nada, dijo la vieja, no te preocupes. Es sólo que saben que si te miran pierden la partida.
- ¿Qué?
- Tus ojos son la verdad. Las personas no quieren ver la verdad.

jueves, 6 de enero de 2011

mi regalo

Imaginarte es mi regalo


lunes, 3 de enero de 2011

el mensaje

Tumbado en el sofá, con la ropa aún de la noche anterior, entreabrí los ojos para descubrir el silencio y la oscuridad de mi salón. No hay duda, es uno de enero. Mientras disfrutaba de sentir mi propia respiración el móvil tartamudeó. Una luz. Un sonido anodino. Un número desconocido. Un mensaje.

"Um.. quiero empezar el año contigo. Que el 2011 sea supermaravilloso para ti. Besitos dulces y locos"

Durante unos segundos caí en la vanidad de creer que le había gustado a alguien. Esos cortos segundos dieron paso a la inseguridad. Un minuto después pensé que todo era resultado de un juego de alguien que me conocía. O una prueba. O alguien que simplemente se había equivocado, si, eso es.

Imaginé una pareja alejada por cientos de kilómetros. Uno de ellos había escrito un mensaje en nochevieja y esperaba con ilusión la respuesta. Pero la respuesta no llegaba, y lo que es peor, yo soy ahora el dueño de esa respuesta. Después de darme una ducha no lo dudé. Respondí el mensaje.

"No te conozco. Sólo quiero decirte que te has equivocado, tienes que volver a enviar el mensaje a quien lo espera. Seguro que ya le comen los nervios. Te deseo un 2011 genial seas quien seas"

Esa noche no pude conciliar el sueño, ni siquiera haciendo lo que más me gusta, oir música. Love of Lesbian, Camera Obscura, Lori Meyers, Nacho Vegas, Niños Mutantes, Cristina Rosenvinge, Tulsa...de nuevo el móvil tartamudeaba en hora extraña.

"No me equivoqué de número. ¿Cuándo vas a volver a quererte? ¿Cuándo vas a volver a amar?"