Comienzo a escribir esta entrada segundos después de ver un programa atrasado de Página2. Se trata de un programa "de diseño" sobre literatura. Tengo que reconocer que muchas veces me gusta más el grafismo que las personas que aparecen en el programa. Sin embargo, pesa más el hecho de haber conocido libros que nunca habría leído, escuchar diferentes visiones del mundo y, en ocasiones, el placer de mirar la pantalla del ordenador con una sonrisa.
La causa que me trae hoy a escribir es el visionado de un programa dedicado a la relación entre internet y literatura. Ha resultado ser un visionado interesante que me ha generado inquietudes:
¿Podemos decir que escribir un blog es hacer literatura?
¿De qué me sirve como lector conocer lo que piensa un autor?
¿No son las redes sociales un mero lugar donde publicitar una obra?
¿Todo aquello que aparece en forma escrita es literatura?
¿El boom de la venta de e-books no tiene más que ver con la posibilidad de descargar y leer libros por la cara que con leer más?
¿No existe lo que no está en internet?
En mi caso, escribir un blog tiene que ver con la necesidad de expresar. Es un modo de sacar afuera lo que tengo dentro. No busco que le importe a nadie. Pero tengo que confesar una cosa. Es un placer escribir acerca de algo que me ha pasado, que he escuchado, que he visto, que he sentido, utilizando la metáfora como señuelo para la posible persona lectora y comprobar a través de un comentario que de mis palabras se extrae un mundo completamente diferente. Entonces me doy cuenta de lo importante que es la palabra escrita para conocer mundos diferentes.