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martes, 29 de enero de 2013

crisálida

Hay momentos que recuerdo con una claridad que asusta. Fue una tarde del ´89. Fuera jugaban a la pelota mis amigos de toda la vida. Yo remoloneaba en un sillón orejero de cruel imitación de piel burdeos. Buscaba una postura que me ayudara a seguir pasando el tiempo si hacer nada. 
En ese no hacer nada apareció, en el viejo televisor de pantalla cóncava y ocho canales, un tío con pelos raros y cara maquillada. Lo más parecido a un personaje de "La bola de cristal" (Qué gran programa).
En ese preciso instante descubrí que algo había cambiado dentro de mí. Había pasado el umbral. Ya no era un niño, ya no quería seguir jugando a la pelota en la calle. Inquietudes de otras latitudes habían llegado hasta   mí para quedarse. 
Y hoy, veinticuatro años después, aquí estoy. Tumbado en un moderno sofá de diseño, igual de incómodo que el sillón orejero de mi madre, descubriendo que igual me estoy haciendo mayor. Disfrutando del vértigo que supone volver a dejar atrás una piel antigua para cambiar de color.


Lullaby...the cure

sábado, 26 de enero de 2013

han caído los dos. una visión

radio futura

Qué gran nombre para un grupo. Y qué gran verdad. Es el único grupo con el que siento que no ha pasado el tiempo. Sus canciones tienen 30 años y, sin embargo, me parecen cada vez más modernas, contemporáneas, actuales.

Con un margarita delante no sabría elegir un tema favorito, pero si me atan de manos y me asoman al precipicio, elegiría sin dudar Han caído los dos.

Nunca he sabido realmente si he comprendido la "H"istoria de la canción. Siempre imaginé que eran dos soldados del bando republicano quienes caían "en la boca de un dios tenebroso que sonríe enseñando sus dientes de acero". También he pensado que son dos soldados que no se conocen, pertenecientes cada uno a un bando diferente, soldados en una guerra que no comprenden, que no sienten como suya.


han caído los dos...radio futura

jueves, 24 de enero de 2013

versos musicales que me fascinan II

Hay pequeños momentos que se llenan de intenciones. Son momentos que nacen espontáneamente y mueren tras una efímera vida llena de coraje. Me refiero a esos momentos dominados por las intenciones. Intenciones, ese instante que viaja desde el estómago hasta el cerebro, perdiéndose por los labios sonrientes, la mirada plena y baja hasta los pies para escurrirse por el asfalto de la ciudad. El fuego artificial que nos domina por un minuto y queda como un recuerdo al minuto siguiente.

Sin embargo, hay algunas que nacen para quedarse. Nacho Vegas es el típico artista que dice lo que uno quiere decir pero no sabe cómo. En esta canción hay un verso que me fascina y que me ha llevado a la época en que dejé mi hogar para embarcarme en la aventura personal que fue la etapa universitaria:

En mi nueva vida llamaré a mi madre más
le haré saber que su hijo la quiere más que el que más.

La universidad supuso vivir en un mundo nuevo,  pero también abandonar el mundo conocido. Parte del mundo conocido, quizá la más importante, ahora sé que era la más importante, era mi casa. Mi madre y mi padre. Cuando emigré para estudiar comencé a tener la sensación de que no había sido capaz de apreciar la sabiduría que mi madre y mi padre atesoraban en sus palabras repetidas, en sus gestos predecibles, en su forma de llamarme por mi nombre, en la forma de dar vueltas al brasero, en sus miles de miradas... Me di cuenta que llamar a mis padres por teléfono cada dos días no era una necesidad para ellos, sino una necesidad para mi. Y caí en la cuenta a través de la intención: "nunca dejes de llamar a casa cada dos días, aunque llueva, aunque haya mucha cola en la cabina telefónica (si amig@s, hubo un tiempo en que los universitarios hacíamos cola para hablar por teléfono, y no hace tanto)". 

Y en esa intención sigo, y la cumplo. Y ahora sé que lo que pretendo es hacerles saber a ellos, a mi padre y a mi madre, que su hijo les quiere más que el que más. Es decir, que quiero que se sientan queridos por "el chico", por el que no hacen caso nunca por ser el pequeño, pero también por eso "el más cariñoso"


en mi nueva vida...nacho vegas

martes, 22 de enero de 2013

enjoy the silence

Hubo un tiempo en que mi silencio era repetidamente violado por afilados vinilos


Enjoy the silence   depeche mode

lunes, 21 de enero de 2013

desordenada habitación


desordenada habitación...antonio vega

miércoles, 9 de enero de 2013

Camino de clase (Common people)

Tengo suerte de tener un trabajo que amo. Ser profesor me hace olvidar los problemas que hay fuera a pesar de que mi alumnado tiene todos los problemas del mundo. Sin embargo, conseguimos crear un espacio donde los problemas no son invencibles. Descubrí hace mucho tiempo, cuando repartía periódicos antes de ir al instituto, que la música consigue que el trabajo sea aún más feliz. Vivir en Madrid y llegar al trabajo caminando a través de un parque, aunque camine en paralelo a la M-30, es un milagro. Si además, la visión de saltarines pájaros negros de pico rojo tiene como banda sonora la canción de Pulp, la llegada a clase resulta ser la entrada a otra dimensión donde todo es posible.

PULP - common people


jueves, 29 de noviembre de 2012

fútbol vs. educación

El domingo fue un gran día. Mi sobrino, de siete años, vino a ver a su tío "el de Madrid". 

Para él fue un día muy parecido a la mañana de reyes, por primera vez iba a ver a su equipo, el Atlético de Madrid, en el Vicente Calderón. Desde su llegada a Madrid, la tarde del sábado, no dejó de hablar de su equipo, de los jugadores, de que iban a ganar, que van por delante del Real Madrid...y así hasta convertirse en un no parar de conocimientos futbolísticos que asombrarían al mismísimo Messi.
Sin embargo, el precio que hay que pagar para que un niño de siete años pueda ver a su equipo favorito en directo es muy caro. Y no me refiero a la entrada.
Para que mi sobrino disfrutara de un momento esperado durante más de un año tuvo que "evitar" los siguientes obstáculos:

- Ver como quemaban bengalas en las cercanías del estadio, por lo que tuvimos que cambiar nuestro camino de acceso al campo.

- Escuchar gritos de "Puta Sevilla" de cientos de personas.

- Percibir como se desea la muerte a una persona por el simple hecho de defender otra camiseta que no es la tuya. "Palop muérete", "Reyes, muérete"

- Tener a un joven sentado a su lado que no paraba de gritar "Madridistas hijosdeputa" "Madridista, cómeme la polla"

Y lo que para mí es peor. La opinión generalizada de los adultos que me acompañaban, junto a mi sobrino: "Ya distinguirá él lo que está bien y lo que está mal".

Sólo espero que si mi sobrino le grita a su maestra esta semana, "hijadeputa" o "muérete" porque le diga que en clase no se puede hablar, nadie le eche una bronca a mi sobrino. 

Por cierto, el Atlético de Madrid venció 4-0, y mi sobrino se fue el lunes por la mañana a Badajoz, con una sonrisa muy amplia.


martes, 27 de noviembre de 2012

otoño

...un año más tarde...

él -¿Cuántos besos nos habremos dados?

ella- Pocos

lunes, 5 de noviembre de 2012

Solo en Berlín (Hans Fallada)

Merece la pena tomarse el tiempo necesario para leer las 612 páginas que tejen Solo en Berlín. Es una novela negra ambientada en la actual capital alemana en tiempos de la II Guerra Mundial. 

La idea principal es poner de manifiesto la existencia de un grupo de personas que formaron la resistencia. En la novela la resistencia no se basa en las armas sino en la palabra, una resistencia ingenua, ¿fracasada?

Exitosa o fracasada la resistencia nos ayuda a ser decentes, primero con nosotros mismos y después con el mundo que nos toca vivir. Si hemos sido valientes, si hemos conseguido ser fiel a nuestros ideales, el fracaso o el éxito se encuentran en dimensiones muy diferentes.

Recomiendo esta novela por la "normalidad" de sus diálogos que muestran la aceptación de la brutalidad como algo evidente de lo que ni siquiera podemos plantear la escapada.

Una lectura dura para recordarnos que en estos tiempos duros debemos mostrar nuestra resistencia. ¿Cómo resistir? Solo puedo ofrecer mi respuesta: siendo yo mismo.


domingo, 24 de junio de 2012

intemporal

Las grandes ciudades esconden sorpresas.

Una mañana de domingo decidimos dar un paseo prohibido hasta El Retiro, parque de paradójico nombre y  fotosíntesis bulliciosa. Los pasos que nos llevaban hasta el verde dejaron huella en el cemento del paso subterráneo. Al pisar la tierra marrón un eco de platillos iba conquistando nuestros oídos y nos dejamos llevar como si el mismísimo flautista del cuento nos hubiera hipnotizado. En lo alto del quiosco de música un barbudo medieval blandía la espada como lo habría hecho el mismísimo Barenboim. En ese momento tu mano rozó mi dedo y sentimos bajo nosotros la hierba fresca. 

Cerré los ojos mientras Trevor Jones se reencarnaba ante mí. Al abrirlos vi el pie de un señor mayor siguiendo el paso, el balanceo de una señora que apoyaba su espalda en un tronco, la sonrisa de una mujer entrecortada por su abanico, el paseo detenido de una pareja que paró su tiempo con un beso...

Cerré los ojos y al abrirlos estaba Renoir dibujando rostros de pinceladas inacabadas. Entonces me tropecé con tu rostro que miraba directamente al pintor. 

Y apareció mi sonrisa. Y con ella mi agradecimiento por el roce de tu mano que me hizo viajar en el tiempo.


Renoir. Baile del Moulin de la Galette



martes, 19 de junio de 2012

no se qué es

Pido perdón por recurrir al clásico pero no he podido resistirme. Esta canción fue coreada puño en alto en una pequeña y oscura sala madrileña mientras el honor de nuestro país se ponía en juego en Ucrania frente a once irlandeses. Mientras afuera los goles vaciaban las calles en mi interior me sentí orgulloso de formar parte de algo que no sé muy bien qué es, algo que me permite mirar a mi familia, a mis amistades, a mi alumnado a los ojos y no sentir vergüenza.


Nacho Vegas-Lorena
Santa Bárbara Bendita

domingo, 17 de junio de 2012

visión de futuro (Pessoa)

"espera lo mejor, prepárate para lo peor"

Fernando Pessoa


domingo, 10 de junio de 2012

Locke-Sieyés connection

Cuando no se pertenece a mi especie, no se es mi semejante. Un noble no pertenece a mi especie, luego es un lobo, sobre el que procedo a disparar

                                                                           Sieyés: Ensayo sobre los privilegios