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martes, 27 de septiembre de 2011

persiguiéndoNOs

Una luz blanca de ciudad traspasaba la cortina transparante resucitando líneas de madera en el suelo. Imaginar figuras en la penumbra le servía para evitar la tensión de saber que ella también dormía en el mismo colchón. No se movía. No quería caer sometido al deseo.

- ¿Cómo no abrir la boca para sentir el agua cuando te bañas desnudo bajo la cascada?

Todo era silencio, salvo el temblor de sus músculos. Fue el movimiento de las sábanas el que le sobresaltó. Un movimiento dormido llevo su pierna sobre la suya..
Era imposible dormir, siquiera cerrar los ojos. Sentía viva cada célula, pero era momento de morir.
Imaginaba su cara reflejada en su espalda. Sus ojos vencedores cerrados. NOtaba su respiración de labios cerrados. Pestañas rozaron sus hombros desgarrando hilos de recuerdos.
El roce de su pie fue lo que le llevó al colapso y de ahí al sueño.

Ella, caminando entre el pasado y el deseo, repetía una expresión en su cabeza:
- ¿Estás dormido?



4 comentarios:

  1. Me gusta mucho lo que escribes, pero sobretodo, cómo lo escribes, te apunto para asomarte a mi ventana próximamente, si no pones inconveniente.
    Saludos y un abrazo desde el Sur.

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  2. Angel...no hay inconvenientes, una ventana siempre es un buen lugar...saludos desde el Oeste...

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  3. Y yo también me lo pregunto:
    Prometeo.. ¿estás dormido o estás despertando?

    Abrazoss y silbidoss pitu :)=

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  4. Serpiente...me encanta soñar durmiendo...dormir cuando la gente piensa que estoy despierto...vivir cuando todos creen que duermo...

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